jueves, 25 de noviembre de 2010
EROS DIOS DEL AMOR
Este dios es más conocido con su nombre romano, Cupido.
Los romanos lo representaron como un niño travieso, juguetón y mentiroso. Al principio se dijo que era hijo de Caos y que encarnaba la armonía y la creatividad ; pero luego se consideró que era hijo de Afrodita , y se le vió como un joven apasionado que iba siempre acompañado por hímero (el deseo).
Eros tenía un hermano gemelo , Anteros, Dios del amor correspondido, representado como un joven adolescente cuando está al lado de Eros y que se convierte en un niño pequeño cuando no está con él. Cuando nació, Zeus, conocedor de sus artes de seducción y de sus mentiras, ordenó a Afrodita que lo hiciera desaparecer. La diosa lo ocultó en los bosques, donde fué amamantado por leones y tigres. cuando creció, se construyó u arco y unas flechas de madera, y se entrenó disparando a los animales.
Eros tenía alas para dar a entender que la pasión amorosa no dura mucho, que es volátil; además el dios llevaba los ojos vendados, pues se dice que el amor es ciego y que los enamorados nunca ven defectos en aquel que es el objeto de su amor. Eros iba armado con un arco y unas flechas mágicas de oro y todo aquel que fuese herido con ellas caía profundamente enamorado, aunque también poseía flechas de plomo, que eran portadoras del odio.
Eros se entretenía disparando sus flechas contra los dioses o los mortales haciéndoles sufrir mal de amores en muchas ocasiones como le ocurrió a Apolo con la hermosa Dafne, aunque también simbolizaba la pasión pura que otorga la felicidad.
Mito de las Gorgonas
Las Gorgonas eran tres monstruos y se llamaban Esteno, Euríale y Medusa. Las tres eran hijas de las divinidades marinas Forcis y Ceto. De las tres, sólo esta última era mortal, pero era considerada la Gorgona por excelencia. La cabeza de estos monstruos estaba rodeada de serpientes, tenían grandes colmillos, manos de bronce y alas de oro.
Su mirada era tan penetrante que el que osaba mirarlas a los ojos quedaba convertido en piedra. Pertenecen a la generación preolímpica. Vivían en el Occidente extremo, no lejos del País de los Muertos. Todos les temían, y sólo Poseidón fue capaz de unirse a Medusa y darle dos hijos: el caballo alado, Pegaso y Crisaor.
Las leyendas se centran en Medusa, pues aunque según una tradición fue siempre monstruo, hay otra según la cual, era una hermosa joven que se atrevió a rivalizar con Atenea en belleza, por lo que la diosa la convirtió en la Gorgona.
Otra versión cuenta que como Poseidón se atrevió a violar a la joven en uno de los templos de Atenea, ésta castigó a Medusa. Perseo fue su asesino, por consejo de Atenea, o -según otras tradiciones- por orden del tirano Polidectes. Este héroe logró cortarle la cabeza elevándose en el aire gracias a las sandalias aladas de Hermes, y para no mirarla, usó como espejo su escudo brillante.
En adelante, Atenea tuvo la cabeza de la Gorgona en su escudo y se volvió invencible. Además, Perseo se quedó con la sangre, a la cual se le atribuían cualidades mágicas: la que brotó de lado izquierdo era un veneno mortal y la del lado derecho curaba y resucitaba al que la bebiera. Por otro lado, su cabello hacía huir al ejército más numeroso.
Para muchos mitólogos, Medusa simbolizaba el carácter maligno de la mujer que le dieran los griegos, y representaba a la mujer-demonio, a la madre que da la muerte, al lado oscuro de la femineidad.
Su mirada era tan penetrante que el que osaba mirarlas a los ojos quedaba convertido en piedra. Pertenecen a la generación preolímpica. Vivían en el Occidente extremo, no lejos del País de los Muertos. Todos les temían, y sólo Poseidón fue capaz de unirse a Medusa y darle dos hijos: el caballo alado, Pegaso y Crisaor.
Las leyendas se centran en Medusa, pues aunque según una tradición fue siempre monstruo, hay otra según la cual, era una hermosa joven que se atrevió a rivalizar con Atenea en belleza, por lo que la diosa la convirtió en la Gorgona.
Otra versión cuenta que como Poseidón se atrevió a violar a la joven en uno de los templos de Atenea, ésta castigó a Medusa. Perseo fue su asesino, por consejo de Atenea, o -según otras tradiciones- por orden del tirano Polidectes. Este héroe logró cortarle la cabeza elevándose en el aire gracias a las sandalias aladas de Hermes, y para no mirarla, usó como espejo su escudo brillante.
En adelante, Atenea tuvo la cabeza de la Gorgona en su escudo y se volvió invencible. Además, Perseo se quedó con la sangre, a la cual se le atribuían cualidades mágicas: la que brotó de lado izquierdo era un veneno mortal y la del lado derecho curaba y resucitaba al que la bebiera. Por otro lado, su cabello hacía huir al ejército más numeroso.
Para muchos mitólogos, Medusa simbolizaba el carácter maligno de la mujer que le dieran los griegos, y representaba a la mujer-demonio, a la madre que da la muerte, al lado oscuro de la femineidad.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
El Minotauro
El minotauro era hijo de Pasifae, esposa del rey Minos de Creta y de un toro blanco enviado por Posidón, dios del mar. Minos había ofendido gravemente a Posidón quien como venganza hizo que Pasifae se enamorase del animal. Fruto de dicha unión nació el Minotauro, un ser violento, mitad hombre, mitad toro, que se alimentaba de carne humana. Para esconder su vergüenza y proteger a su pueblo, el rey Minos rogó al inventor Dédalo que le construyera un laberinto del que el monstruo nunca pudiera salir. Cada nueve años, a fin de apaciguarlo, Minos le ofrecía la bestia, siete mujeres y siete jóvenes que imponía como tributo a la ciudad de Atenas.
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al Minotauro y liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Adriadna, la hija del rey, que se había enamorado de él, logro su propósito: Adriadna le ofrece a Teseo un ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto del laberinto. Habiéndo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida.
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al Minotauro y liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Adriadna, la hija del rey, que se había enamorado de él, logro su propósito: Adriadna le ofrece a Teseo un ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto del laberinto. Habiéndo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
